miércoles, 29 de mayo de 2013

LA PERSONALIDAD DE LA RADIO


Los sonidos no son más que vibraciones del aire, para ser más exacta, son ondas de diferentes longitudes. El sonido no está en las cosas, pues es el OÍDO el que las hace sonar.
Entre el sonido y la luz encontramos una diferencia: Las ondas sonoras se propagan a través del aire, esas vibraciones moleculares, nos permiten escuchar el sonido entre el objeto por escuchar y nosotros. Así sucede con la música, las notas son rizos de aire, los cuales ese SONIDO, no lo producen los instrumentos, sino nuestro OÍDO.
Para conocer más sobre el funcionamiento de nuestro oído, pues tendré que sumergirme en él e ir lugar por lugar y definitivamente que encontraré una maravilla, EL MEJOR DE LOS PIANOS. En el oído se encuentra el tímpano, Una palanca que funciona con tres engranajes: un huesito llamado martillo, el segundo llamado yunque y el tercero es el huesito estribo, son los huesos más pequeños del cuerpo humano; continuando se encuentra a un líquido muy especial llamado la endolinfa, se puede decir que se ha llegado al santuario del SONIDO, el caracol del oído, es como una escalera espiral, en la cual sus peldaños están conformados por TECLAS de un impresionante piano, el PIANO DE NUESTRO OÍDO-es el órgano de Corti-tiene 25 mil teclas y el espacio que ocupa es de 25 milímetros de longitud. El maestro que toca este piano es la endolinfa, ese líquido especial, el cual llena las cavidades del caracol. Las teclas del impresionante piano están conectadas por hilos delgadísimos, los que forman el nervio auditivo, hasta los lóbulos temporales del cerebro. Y es así cómo detectamos el sonido.
Cuando se escucha radio, uno siente, es por eso que si oímos una música empezamos a mover los pies, o un tanto la cabeza, o ya se da una sonrisa, a esto se le llama: SENSIBILIDAD A FLOR DE OÍDO. El cerebro traduce sonidos a sentimientos. En la radio es importante la TONALIDAD de la voz, ya que se tiene que intimar con el o la oyente, es decir, hacer que ellos se sientan en confianza. LA RISA es un ingrediente muy bueno en la caja mágica de la radio, demostrar alegría. Una de las misiones de la radio es alegrarle la vida a la población, población que vive tan agitada con el acontecer diario, con sus problemas, y son ellos quien a la vez ven a la radio como un  medio de relajación, CERCANÍA Y COMPAÑÍA.
En la radio encontramos también LA PANTALLA MÁS GRANDE DEL MUNDO, digo esto porque, la radio hace ver a través del oído, y ¿cómo lo hace? Pues con la IMAGINACIÓN. El oído al igual que la vista, también ve. Se sabe que tenemos dos ojos, pero se puede agregar uno más, el oído, mientras nosotros cerramos los ojos, el oído está atento al sonido y este sonido es convertido en una imagen, lo que nos permite definir qué es esa imagen en nuestro cerebro
Esas imágenes son las llamadas IMÁGENES AUDITIVAS. El arte de hablar en radio, se relaciona con el lenguaje radiofónico, el que se caracteriza por ser minuciosamente descriptivo. En la radio no sólo se trata de ver, gracias a las imágenes auditivas, sino de oler sin nariz y acariciar sin manos y saborear a la distancia; esto quiere decir que la radio hace funcionar o activan a nuestros sentidos. Se aprende a pensar hablando, por eso se dice que la conciencia es un regalo de la comunidad, ese lenguaje especializado es el que se elabora en el pensamiento y el que da pase al umbral del oído. Por otro lado también se aprende a hablar escuchando, pues se dice que el oído es el pedagogo de la palabra, y es así. Es por esta razón, que los pensamientos son hijos de la palabra y NIETOS DEL OÍDO.
El sonido se relaciona con la personalidad. La PERSONALIDAD de la radio no la establece los radialitas, más bien el oído humano, pues el carácter de un medio de comunicación depende del sentido al que se dirige. Lo importante es entablar esa corriente afectiva entre el locutor y el oyente, y viceversa.
La seducción es una característica de la radio en cuanto a su personalidad más profunda. Para ser un buen radialista, uno tiene que introducirse en la magia de la medio, de lo contrario jamás llegará a ser un comunicador, sólo será un trabajador de radio.
Para hacer radio, la persona quien piensa ser locutor, tiene que sentir PASIÓN por la misma. Y así llegará a ser un RADIOAPASIONADO O RADIOAPASIONADA.





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